Elena 'Nena' Gladys Neira Riquelme, returned to her heavenly home on April 7th, 2020 after an acute battle with respiratory illness, she was 97.
Elena was born August 22, 1922 in Gultro, Chile to Armando Neira and Zulema Ordenes. They had three daughters Ruth, Nena, and Nora 'Tita'. Always the social butterfly, Elena and her three sisters had no trouble making friends and grew up to be known as "Las Hermanitas Neira".
After graduating with a degree in Special Education from The Pontifical Catholic University of Chile, Elena taught her students in a traditional school setting and visited the homes of children with special needs. She also served as a minister of Catechism and studied the ministry alongside her best friend Gina Alvarado. The two women were inseparable and taught dozens of young children the Sacrament of Confirmation.
In 1948, Elena met the love of her life, Mario Calvo Hodges. The two shared many happy years together but also heartbreak. In December of 1959 their first-born daughter Marina Elena was delivered stillborn. According to Elena, the following months proved to be the most difficult but also prophetic when she was given an American-made doll with a tag that read "My name is Patricia". In the spring of 1960 Elena became pregnant and in February 1961 she gave birth to their second daughter and named her Patricia Elena.
Following her daughter's birth, Elena became a homemaker and found a new career in hairstyling. She soon became the go-to hairdresser for friends, cousins, sisters...basically everyone who knew her. Cutting hair and giving perms was a craft she continued to practice even on her own grandchildren.
In the summer of 1980, Patricia was married to Francisco Duarte and moved to Australia where she soon gave birth. Elena spent the following years visiting and making new friends. In a couple of years, she eventually followed her daughter to Rochester, New York where she spent the next twenty years helping raise her three grandchildren.
Once settled in New York, Elena spread her social wings and became best friends with her neighbor Helen Coleman, regardless of her broken English. She also adopted new families like fellow Chilean, Marisol Martínez', and took part in local Latino gatherings. While at home, Elena spent her time with her grandchildren and became the cook of the family making staple dishes like Charquican and sometimes dared to try new entrees like the family's first Thanksgiving meal.
After the grandchildren were grown and gone to college, Elena remained in Rochester and moved into a high-rise apartment at the spirited age of 83. Frequently visited by friends and family, Elena also kept in contact with her loved ones in Australia and Chile via long-distance phone calls, handwritten letters and eventually "El FaceBook". Although she regularly complained of arthritic pain and loss of eyesight in her later years, Elena still managed to log onto FaceBook and leave comments IN ALL CAPS to her loved ones.
She was a child at heart. Never soft-spoken and always made time for conversation. Her sense of humor and occasional taunts will be missed, and love for family and friends never forgotten.
She will be missed.
Elena is survived by her daughter, Patricia (Francisco); her grandchildren, Francisco (Lisa), Rosa (Aaron), and Diana (Erik); her great-grandchildren, John-Carlos, Gabriel, Elisha, Elena, Hughie, Amelina, and Benedict; sister, Zulema Digna Ruth and half-brother, Adrian. She is preceded in death by her husband, Mario; daughter, Marina; great-grandchildren, Michael and Maria; parents, Armando and Zulema; sister, Nora Agustina; half-sister, Mariela and half-brother, Orlando Jr.
Elena was laid to rest on April 9th at Holy Sepulchre Cemetery in Rochester, NY.
A celebration of life in honor of her memory will be announced at a later date.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Elena "Nena" Gladys Neira Riquelme, regresó a su hogar celestial el 7 de abril de 2020, a los 97 años, después de batallar contra una enfermedad respiratoria.
Hija de Armando Neira y Zulema Órdenes, Elena nació en Chile, en un pequeño pueblo llamado Gultro el 22 de agosto de 1922, siendo la segunda hija de las tres que tendrían entre ambos. Con el correr del tiempo las tres hermanas, Ruth, Elena "Nena" y Nora "Tita", serían conocidas como "Las Hermanitas Neira".
La vida llevó a sus padres por distintos caminos y posteriormente ambos encontraron nuevos rumbos. Armando en su nueva familia tuvo dos hijos, Adrián y Mariela, los que fueron muy queridos por Las Hermanitas Neira: y Zulema por su parte, formó un nuevo hogar para sus hijas, con Orlando "El Papi", quien trajo a Orlando Jr.
Elena y su familia vivieron en Santiago, donde estudió y se graduó en Educación Diferencial, en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Después de graduarse, su tiempo lo dividió entre enseñar en un entorno escolar tradicional y visitar hogares de niños con necesidades especiales. Devotamente católica, también se desempeñó como catequista junto a su mejor e inseparable amiga Gina Alvarado de Arrue.
En el verano de 1948, en una reunión social conoció al amor de su vida, Mario Calvo Hodges. Juntos vivieron años de gran felicidad, pero en diciembre de 1959, debieron enfrentar la gran pena del fallecimiento en el parto de su primera y esperada hija, Marina Elena. Pero la tragedia, los fortaleció y sus anhelos de ser padres lo pusieron en una muñeca norteamericana que fue regalada; su etiqueta decía "My name is Patricia". Finalmente y con mucha alegría, catorce meses después fueron los orgullosos padres de su segunda hija, Patricia Elena.
Después del nacimiento de su hija, Elena se volcó por completo a su crianza, descubriendo el la peluquería, un oficio que le permitió desarrollarse y estar en casa con su hija. Pronto, se convirtió en la peluquera de sus hermanas, primas/os y amistades, deleitándolos con sus cortes de cabellos, permanentes, tinturas y su amena conversación y humor. Continuó puliendo este oficio hasta sus nietos.
En el verano de 1980, Patricia se casó y se mudó a Australia, donde pronto la convirtió en una feliz abuela. Elena vivió sus siguientes años entre su hija y su familia en Santiago hasta que finalmente se mudó con su hija, yerno y nietos a Rochester, Nueva York, allí se dedicó a ayudar a la crianza y educación de sus tres nietos.
A miles de kilómetros de su hogar natal y en un mundo que se comunicaba en otro idioma, Elena logró vencer la barrera y tuvo su primera y mejor amiga gringa Helen. También aprendió a conectarse con toda una comunidad de chilenos y latinos incluyendo la familia Martínez. Sin embargo, Elena nunca se olvidó de sus seres queridos y familia en Chile. Siempre estaba preocupada de enviar tarjetas de celebraciones; no se le escapaban ni los santos. Era su meta saber de cada uno y saludar a través de llamadas telefónicas de larga distancia, cartas escritas a mano y finalmente se introdujo en la tecnología y hasta llegó a dominar Facebook.
Los nietos crecieron y se fueron a la Universidad, entonces a la temprana edad de 83 años Elena se mudó a un rascacielos de adultos mayores en Rochester y disfrutó de una vida tan independiente como pudo.
A pesar de la pérdida de su vista y su artritis, se mantuvo activa y en comunicación con sus seres queridos repartidos por el mundo a través de Facebook; siempre con sus características MAYÚSCULAS.
Tenía el corazón de una niña, bueno y generoso. No tenía "pelos en la lengua", decía lo que pensaba y siempre se daba tiempo para una buena conversación. Se extrañara mucho su particular sentido de humor y el amor a la familia.
A Elena le sobreviven su hija, Patricia (Francisco); sus nietos, Francisco (Lisa), Rosa (Aaron) y Diana (Erik); sus bisnietos, John-Carlos, Gabriel, Elisha, Elena, Hughie, Amelina y Benedict y sus hermanos, Ruth y Adrián. Le precedieron en la muerte su esposo, Mario; hija, Marina; bisnietos Michael y Maria; padres Armando y Zulema y hermanos Nora, Mariela y Orlando Jr.
Fue despedida y sepultada el día 9 de abril en el Cementerio del Santo Sepulcro en Rochester, Nueva York.
En una fecha posterior se comunicará la celebración de una ceremonia en honor a su memoria.